Análisis de la conducta del victimario: El victimario utilizaba Facebook para mantener conversaciones con menores, específicamente estudiantes de un mismo colegio. Desde 2009 logró acceder de manera abusiva a la cuenta de correo electrónico de Nicolás, lo que demuestra habilidades técnicas en hackeo y suplantación de identidad. Utilizaba cuentas de otras menores para comunicarse como las cuentas de “Natalia”, “Paula”, “Valentina”, lo que le permitía enmascarar su verdadera identidad y generar confianza. El victimario tenía conocimiento de la información personal, como edad, fecha de nacimiento y situación sentimental de sus víctimas, y usaba esto para manipularlas. Tenía acceso a datos que le permitían saber que las víctimas eran menores de 14 años, lo que indica una clara intención de aprovecharse de su vulnerabilidad. Su comportamiento sugiere un patrón sistemático de búsqueda y contacto con menores, lo que indica una premeditación en sus acciones. El Tribunal confirmó la decisión condenatoria contra David por “pornografía con personas menores de dieciocho (18) años (por las fotos y video de Juliana, que poseía el acusado, y que además divulgó), utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con personas menores de dieciocho (18) años (por solicitarle vía Facebook que se quitara la ropa con fines sexuales) y extorsión (por constreñirla para desnudarse y masturbarse ante la cámara). En el caso de Nicolás se señaló al acusado de utilización o facilitación de medios de comunicación (porque el procesado también le solicitó que le enviara fotos desnudo), así como en el de acceso abusivo a un sistema Informático (por entrar sin autorización a su cuenta de correo electrónico, a la vez enlazada con la de Facebook). Y en el caso de Yuli, se lo acusó de utilización o facilitación de medios de comunicación (pues el acusado le ofreció por Facebook que intercambiaran material pornográfico e incluso le envió fotos de su pene erecto). David fue sentenciado a una pena total de 14 años, 5 meses y 14 días de prisión, así como ciento ochenta y cinco coma sesenta y cuatro (185,64) salarios mínimos de multa [sic]”. Para ese momento, el procesado había estado detenido desde el 11 de julio de 2012 y aún no había cumplido la condena impuesta, por lo que continuaría privado de libertad. La Fiscalía llevó a cabo una entrada y registro en la propiedad del acusado, donde encontró material pornográfico en los ordenadores, distinto a las fotos y el video de la menor Juliana, por los que fue juzgado dentro de este proceso. Según la Fiscalía: “Dicho material comprende fotos de menores de edad que en los términos del fallo CSJ SP123, 7 feb. 2018, rad. 45868, no constituyen “representaciones reales de actividad sexual” (jóvenes en ‘poses sugestivas’, desnudos que no ostentan un carácter sexualmente explícito, etc.) También hay pornografía en la cual es difícil establecer si algunas de las modelos han alcanzado o no los dieciocho (18) años [sic]”. En esta incautación se encontraron dos videos en los que aparecen niñas y niños que no habían cumplido los 10 años, siendo abusadas o abusados por adultos. Al parecer, se refiere a material de explotación sexual y comercial de menores de edad, de una industria ilegal de explotación en la que el acusado actuaba como cliente. Se abrió una investigación por esta razón, y la Corte reiteró la orden de remisión de copias emitida en primera instancia para que la Fiscalía actuara contra David, por esa conducta específica. Cabe aclarar que el 'online grooming' aún no es un delito autónomo, sólo resulta objeto de reproche, a través del artículo 209 del Código Penal, que se refiere a acto sexual. Esto significa que no está tipificado como un delito específico y separado en los códigos penales, lo que limita la capacidad de las autoridades para sancionar estas conductas de manera clara y directa. Es urgente que se reconozca y se incluya en la normativa para proteger a las/los menores, porque es la fase inicial de varios delitos.